Casarse en invierno es cada vez más habitual
Casarse en invierno es cada vez más habitual. Y es que, ¡es una de las estaciones más románticas que puede haber! Lugares cubiertos de nieve, paseos en bosques y montañas, noches al lado de la chimenea… Una época en la que muchos destinos ofrecen grandes posibilidades y que pueden convertir vuestra luna de miel en mágica e inolvidable.Por ello, hoy os propongo cuatro lugares de ensueño para vuestro viaje de recién casados.
Fiordos Noruegos:
Una tierra de colores profundos entre montañas que se precipitan al mar, noches en las que no se pone el sol, glaciares, pueblos de madera de colores, antiguos cantos sami, auroras boreales… La Noruega de los Fiordos es conocida por su naturaleza virgen y por sus fenómenos naturales únicos en Europa. Y qué mejor manera de disfrutar del gélido invierno que en un una cabaña para disfrutar de los paisajes sin renunciar a las comodidades de un alojamiento independiente. Un viaje ideal para los más aventureros.
Laponia:
Seguimos en el norte de Europa para hablar de un lugar único en el mundo. Este increíble destino os permitirá vivir la experiencia de pasar la noche en un iglú de cristal con posibilidad de ver una aurora boreal, conducir un trineo de huskies o descubrir el modo de vida de los criadores de renos. ¡Por no hablar del poblado de Santa Klaus! Un viaje plagado de experiencias inolvidables.
Japón:
En el país del sol naciente combina a la perfección sus antiguas tradiciones con las últimas tendencias y la tecnología punta. Es un destino perfecto para moverse entre el entretenimiento de la gran ciudad y la tranquilidad de sus jardines y aguas termales. Al no ser un país muy grande en extensión, es fácil combinar un día de compras y visitas en la ciudad con otro paseo por tranquilas zonas rurales o espectaculares parques naturales. Todo unido al gran abanico de actividades culturales, gastronómicas, de ocio y diversión.
Polinesia:
Sin embargo, si lo que os apetece es vivir una luna de miel cálida, aunque sea invierno, la Polinesia será ese lugar que mejor puede expresar la idea de paraíso en la tierra. Mar turquesa de aguas poco profundas, irisaciones inauditas, fondos coralinos de espectacular belleza y biodiversidad, playas solitarias de arena blanca o rosada, selvas de color esmeralda, resorts de lujo con bungalows sobre el agua… ¡Difícil resistirse!
¿Qué os parece? ¿Os atrevéis a vivir una gélida luna de miel en Laponia o preferís un destino cálido como la Polinesia? Espero que os hayan gustados las recomendaciones, ¡Hasta la próxima! 😉
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