Inspiración para una boda en invierno

Las bodas en invierno

Meteorológicamente fría, pero una de las épocas más festivas, mágicas y divertidas del año. Aunque la mayoría de las parejas prefiere casarse entre los meses de mayo a septiembre por el clima, cada vez son más, los que deciden celebrar su gran día en invierno, y ya no solo por temas económicos o de localización (en invierno al haber menos bodas, las iglesias y los restaurantes, hoteles, fincas… tienen mucha más disponibilidad de fechas y además estos últimos, con precios especiales por ser temporada baja), si no porque hay que reconocer, que es una estación que tiene mucho encanto. 

Los tejidos más sobrios, rústicos o imponentes se combinan con brocados, sedas bordadas, terciopelos… vestidos con manga larga, abotonada, de guipur grueso, con puños llenos de puntillas o con algún aplique. Así como escotes más cerrados o cuellos altos de encaje. ¡Me encantan los vestidos con pinceladas de otra época! acompañados con estolas de pelo y guantes, con abrigos largos o con capas.

  
Además, como complementos existe una gran variedad de estilos, zapatos cerrados, abotinados, con encaje o lazadas, o lisos blancos, metalizados o con color, con algún broche antiguo o con el tacón decorado. Y el broche final pueden ser los peinados con tocados joya y detalles blancos, nácar o cualquiera de la gama de los platas sobre recogidos despeinados o trenzas deshechas.

Para ésta época del año, me imagino a una novia muy natural, con un maquillaje muy suave en tonos rosas  o colores empolvados, que camina hacia el altar con un ramo de flores de hoja verde y rosas blancas, en un gran salón con luz cálida y decoración de estilo rústico o romántico con ramas secas, troncos, alfombras, candelabros y muchísimas velas. ¿Qué opináis vosotras?

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