Sus mejores amigos eran pareja y durante diez años estuvieron encontrándose en las quedadas a través de ellos. A raíz de que la pareja se casara, empezaron a cruzarse mensajes… hasta que una noche de marzo de 2017 Ana e Isaac quedaron para tomar una cerveza. A partir de aquel día no se volvieron a separar. La pareja se dio el ‘Sí, quiero’ el 27 de julio de 2019 a las cinco de la tarde en la Iglesia de nuestra señora de Gracia de Zaragoza. Ana recuerda que aquel día brillaba el sol y soplaba el viento en una ciudad que parecía desierta porque durante su trayecto no se cruzó con nadie.
Aquella mañana Ana había dormido hasta las diez. La pre boda había sido tan emocionante e intensa que necesitaba descansar. Tras levantarse se vistió en casa de sus padres junto con sus hermanas, cuñados y sobrinos, y la gran Eva Pellejero fue la encargada de crear su beauty look con un maquillaje que resaltaba la mirada y un elegante recogido muy romántico.
Ana estaba preciosa con nuestro vestido de novia ‘Olivia’. Lo suyo con este diseño fue amor a primera vista, aunque lo personalizamos a su gusto dejando la zona delantera del escote transparente y modificando la espalda, abriéndola también y dejándola transparente. Su vestido confeccionado en crepé y gasa de seda bambula tenía muchísimo movimiento. Ana siempre venia a las pruebas con mucha alegría. Ella es, sin duda, una de las novias más alegres y eufóricas que he conocido. ¡Una pasada!
La novia entró a la iglesia de la mano de su abuela y del brazo de su padre. Un auténtico momentazo en el que Ana no paraba de sonreír mientras sonaba de fondo la melodía de ‘La chispa adecuada’, un gran tema de Héroes del silencio.
Después de una bonita sesión de fotos por detrás del monasterio de Santa Fe y donde el cierzo les acompañó, los novios recibieron a los invitados para la celebración con humo verde. Hacía tanto viento que se apagaron todas las velas, su velo voló y los invitados se tuvieron que poner la chaqueta en pleno julio, ¡pero Ana recuerda que sólo sentía calor!
Uno de los momentos que recuerda con cariño, fue subir a su habitación abuhardillada con todas sus amigas, donde se puso una gran diadema de flores que le hizo su amiga Mila y se rieron muchísimo hasta que Isaac fue a buscarlas porque empezaba la cena. Los novios entraron al ritmo de la canción ‘Sweet dreams are melody’ y a partir de ese momento vivieron grandes sorpresas gracias a sus amigos con regalos, monólogos, ramos… Aunque, la gran anécdota llegó cuando Ana le regaló a Isaac ¡una furgoneta con un súper lazo color menta! Él es albañil y justo se había quedado sin una, así que Ana dio en el clavo cien por cien.
Hubo fuegos artificiales y charanga por parte de los amigos del pueblo, alegría, bailes, buen rollo y ¡mucho amor! A las cinco de la mañana despidieron a sus invitados y la finca Jardines del Monasterio, se quedó vacía con dos novios que al día siguiente se iban a Bali y no podían estar más orgullosos de la familia y amigos que tienen. Muestra de ello son las espectaculares fotografías de Ferrer&Mayor, en las que captaron todos los detalles de una boda preciosa. Ana, gracias por elegirme y por traer tanta alegría a mi Atelier durante las pruebas. ¡Estabas impresionante! Enhorabuena pareja, os deseo toda la felicidad del mundo.