La boda de Ana y Juan
Después de vivir varios años fuera de Zaragoza, Ana y Juan volvieron a su ciudad natal y decidieron sellar su historia de amor con una preciosa boda junto a su familia y amigos. En un principio no estaban nerviosos. Como pareja han pasado por mucho juntos y han creado una base muy sólida, así que prepararon la boda con mucha ilusión y sin nervios, pero cuando llegó el gran día… ¡las emociones se pusieron a flor de piel!
Ana estaba espectacular con un vestido de novia de crepé de seda y plumeti con bordados. Originalmente partimos del modelo Graziella de mi colección Novia 2019 pero lo personalizamos a su gusto sustituyendo los bordados azules del diseño por otros de algodón en color blanco roto. Fue todo un acierto porque tanto el plumeti como los bordados resaltaban muchísimo y se apreciaban muy bien gracias a la base en un tono más crema.
Ana quiso darle un toque de color a juego con sus zapatos, así que añadimos una cinta de terciopelo rosa vintage a juego con los botones de la espalda. Además, también elaboramos para ella una corona de flor natural, pistilos, cristales y flores de porcelana que resultaba muy primaveral y alegre gracias a la combinación en tonos rosas, cremas y verdes que elegimos. La verdad es que quedaba espectacular con el maquillaje en tonos tierra y el peinado que le realizó la maravillosa Eva Pellejero. Para completar el look Ana escogió joyas de la firma Barney Barnato. Una apuesta segura, sin duda ^^.
Ana se arregló en su casa, la que comparte con su marido, y Juan, que estaba muy guapo con un traje de Vissenti, en la de sus padres, que además da la casualidad de que sus suegros viven justo encima. Así, su perrito Chico pudo estar parte de los preparativos con Ana y parte con Juan.
Los novios dejaron la ceremonia en manos de Fernando Cebrián y Ana recuerda que fue una de las mejores decisiones porque querían que fuera una sorpresa, no querían saber cómo se iba a desarrollar y reconoce que tanto Fernando como sus amigos y familiares la hicieron muy especial. Tanto que, por primera vez desde que comenzaron a preparar la boda, los nervios y las emociones afloraron.
La finca Villa Santa Ana fue testigo de que la pareja disfrutó de cada momento. Prueba de ello son las imágenes del fotógrafo Weddinfocus y el video de Días de Boda que reflejan cómo se sintieron ese día y su sonrisa permanente.
Las bonitas flores de Luna d’ Herreiz fueron las encargadas de poner el toque romántico y florar al enlace. Y aunque no hicieron regalos especiales tras el banquete, no escatimaron en detalles para que todos sus invitados estuvieran a gusto. Dieron paipais, sombreros, alpargatas para el baile y un montón de cositas en los baños que para tuvieran todo lo que pudieran necesitar.
El toque musical corrió a cargo del grupo The Cucumbers, todo un descubrimiento que Ana recomienda totalmente a futuras parejas. Les cantaron el famoso tema ‘Stand by me’, fue una sorpresa que sólo conocían sus padres y hermanos, y los amigos e invitados alucinaron.
Desde aquí mi más sincera enhorabuena, pareja. ¡Os deseo toda la felicidad del mundo! Y Ana, GRACIAS por confiar en mí para formar parte de un día tan importante. ¡Estabas preciosa! 😉
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