La boda de Julia y Alberto - Martha Peters diseñadora vestidos y trajes de novia a medida

La boda de Julia y Alberto

Julia y Alberto se casaron el pasado 3 de septiembre del 2022 en el Balneario de Panticosa.
La historia de la pareja comenzó hace 8 años, y aunque ya habían hablado en varias ocasiones sobre que querían casarse, no fue hasta el confinamiento cuando lo decidieron en serio y tuvieron que compartir la noticia con sus padres ¡por videollamada!.

El Balneario de Panticosa es un lugar muy importante para Julia y su familia, ya que tanto su padre como sus abuelos son del Valle de Tena y vivieron durante mucho tiempo en el Balneario, así que cuando decidieron que se casaban, lo primero que reservaron fue el lugar, su boda se celebraría allí. «Las montañas son para nosotros un lugar muy especial y es una suerte que se puedan celebrar bodas en un sitio tan espectacular». Me cuenta Julia.
La boda estaba prevista para septiembre del 2021, pero a causa del Covid, decidieron posponerla un año para poder celebrarla sin restricciones.
Al vivir cerca, ambos son de Sabiñánigo, tanto ellos como sus madres y hermanas se peinaron y maquillaron en Sabiñánigo y después subieron a vestirse en su habitación del Gran Hotel del Balneario.


Para la ocasión, creamos para Julia un vestido desmontable, con un interior de corte lencero de crep de seda natural y un sobrevestido, con mucho vuelo en la falda y manga francesa abullonada confeccionado en gasa de seda y tul bordado con pequeñas flores, que se abrochaba por delante mediante unos pequeños botones. La peluquería Lydia, fue la encargada de realizar una preciosa coleta/trenza que decoró con pequeños manojitos de paniculata, y el centro de estética Zinnia se encargó del maquillaje. Completo el look con unos zapatos de Pedro Miralles, un ramo muy alegre y colorido de flor silvestre de Flores Benedé y unos preciosos pendientes que eran de su abuela materna.


La previsión meteorológica para el día de la boda era horrible. Llovió de madrugada y seguían dando lluvias para la hora de la ceremonia y unas temperaturas más bajas de lo normal, para lo que suele hacer en esas fechas. El viernes todo el mundo los animaban a que hicieran la ceremonia dentro para nos arriesgarse, pero ellos se empeñaron en seguir con el plan y ¡menos mal! Porque al final no llovió ni hizo tanto frio. Por lo que pudieron hacer la ceremonia en la pradera, bajo los árboles, tal y como siempre la habían imaginado. Una ceremonia muy bonita, ya que la oficiante la hizo muy especial y donde mucha gente leyó textos que les emocionaron a todos y con un final divertido, ya que el bolígrafo con el que iban a firmar no funcionó y costó un rato encontrar a alguien que llevara otro para dejarles.


El cocktail también lo pudieron hacer fuera, en la terraza del casino, momento que disfrutaron mucho, ya que como era algo mas informal, pudieron hablar con todos los invitados.
El banquete lo realizaron en uno de los restaurantes que ofrece el Balneario, el restaurante del Lago, es el del Gran Hotel y tiene una cristalera preciosa con vistas al lago (de ahí su nombre) y su interior es todo de madera, por lo que crea un ambiente increíble. Julia había escrito algunas cartas personalizadas para sus amigas y las dejó encima de sus platos, ¡todas se emocionaron muchísimo al leerlas! Después de la comida, entregaron regalos a la abuela de Alberto, a sus padres, hermanas y a la mejor amiga de la novia. Julia decidió no entregar el ramo a nadie y guardárselo de recuerdo, ya que era precioso.
Los amigos de la pareja también les hicieron regalos y prepararon unos videos divertidos y emotivos con fotos de los dos.
Como detalle para los invitados, regalaron unas pastas de té elaboradas por la pastelería Vincelle de Jaca, cuyo dueño es muy amigo del novio.


Después pasaron a la fiesta en la discoteca del Casino. Julia hizo un cambio de look, quitándose el sobrevestido y quedándose con el vestido interior de corte lencero, muy cómodo para bailar. También se cambió los pendientes, por unos grandes en forma de flor y pintó sus labios de rojo.
El primer baile de la novia fue con su padre, una canción muy especial para ellos, para la que habían preparado una coreografía muy divertida. Como sorpresa, su hermana había preparado un video que proyectó mientras bailaban, donde se les veía bailando a Julia y a su padre cuando ella era muy pequeña. Después la pareja preparó también un divertido baile con tres canciones diferentes. <<¡Ojalá pudiera repetir ese momento!>>. Suspira la novia.
Después de unas cuantas horas de baile y barra libre, la mayoría de los invitados volvieron en bus a Sabiñánigo y la pareja se quedó a pasar la noche en la espectacular suite nupcial del Gran Hotel del Balneario.
Una boda preciosa, como se puede ver en las increíbles fotos que realizaron los fotógrafos Benjamín y Nadia.

Fotografía: Benjamín y Nadia
floristería y ramo de la novia: Flores Benedé
Vestido de novia: Martha Peters
Traje y accesorios del novio: Cesar Moda
Zapatos novia: Pedro Miralles
Maquillaje novia: Centro de estética Zinnia
Peluquería novia: Lydia
Alianzas: joyería Cuarzos
Invitaciones de boda: Morrocotudo
Detalle invitados: pastelería Vincelle

 

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