Una boda original y diferente, así podríamos definir el gran día de María José y Dani.
Y es que, para empezar, la pareja inauguró el día de su enlace en la casa del pueblo de María Jose, en Igriés, donde se vistieron juntos rodeados de las dos familias.
Unos días antes anunciaron un desplome de las temperaturas por una ola de frío polar y, aunque esperaron lo máximo posible, finalmente tuvieron que celebrar la boda en una sala interior del castillo de San Luis en lugar de los jardines.
Tras llegar en un precioso coche antiguo los novios hicieron la entrada al castillo acompañados de sus madres y se dieron el ‘Sí, quiero’ en una ceremonia civil oficiada por Sergio, un buen amigo de Dani que la hizo muy personal y divertida.
Sergio arrancó la ceremonia con un truco de magia que dejó a los invitados totalmente descolocados y ese truco dio lugar a un cuento en el que explicó cómo fue la pedida de mano.
Resulta que Dani corrió su primera maratón en Atenas y al llegar a la meta colocó a todos sus acompañantes una medalla, pero la de María José era diferente, ¡y tenía un mensaje sorpresa!
A través de las lecturas de sus amigos y familiares fueron creando una línea de vida de cada uno hasta llegar a la boda. Una idea sin duda muy emocionante.
En una de esas lecturas participó Lorena, la mejor amiga de María José desde preescolar y con la que vino por primera vez a mi Atelier. Ambas se enamoraron del modelo ‘Cecile’, que personalizamos a su gusto.
Cambiamos la gasa bordada original por tul plumeti y le añadimos manga francesa ablusonada con un pequeño puño. Mantuvimos los detalles en negro y cambiamos la base interior de crepé por un color más crema que le daba un toque más vintage.
También creamos para ella una diadema de flor natural, pistilos, piedras y piezas de latón, que quedaba genial con su melena ondulada. Estaba guapísima con el peinado y maquillaje que le realizó su amiga Andrea.
Para completar su estilismo escogió unos zapatos de Chie Mihara, un precioso ramo elaborado por Floristería Albahaca Huesca y los pendientes que llevó su bisabuela cuando se casó.
María José y Dani pronunciaron el ‘Sí, quiero’ uniendo un puñado de arena del pueblo de cada uno y, a su vez, diciendo unos votos atípicos e informales en los que se ‘casaban’ con los defectos y aspectos que les molestaban el uno del otro.
Más tarde siguieron con la celebración y el banquete en el castillo donde los invitados pudieron disfrutar de un original Fotomatón Solidario, un proyecto que destina sus beneficios a la Fundación Lacus una organización que ofrece apoyo y asistencia a las personas con discapacidad o alteraciones congénitas o funcionales.
Se lo pasaron increíblemente bien y prueba de ello son las bonitas fotografías de Lío2 Fotografía.
¡Enhorabuena pareja!
Os deseo toda la felicidad del mundo y María José gracias por elegirme para formar parte de un día tan especial, ¡estabas espectacular!