Que me gusten los vestidos de novia desmontables no es ningún secreto. Todos los años, en cada colección, intento incluir algún modelo con estas características. Vestidos de novia diferentes que puedes llevar de una manera en la ceremonia para, después, quitar una parte y lucir un look distinto durante la fiesta. Me resulta una opción muy interesante para cualquier época del año pero, sobre todo, es un apuesta segura para las bodas de entretiempo.
Esta vez decidí que la parte “desmontable” en este diseño, fuera una chaqueta de lana finita, con mucha textura y pinceladas de hilo dorado, abierta en la espalda y acabada con un pequeño volante del mismo tejido y una lazada de cinta rústica para abrochar en el cuello. Este vestido realmente quedaría genial con cualquier tipo de sobre cuerpo, de encaje, tul bordado, guipur… aunque para esta ocasión decidí hacer algo diferente enfocado a todas esas novias que se casan en primavera u otoño y no saben muy bien qué ponerse. Así “nació” el modelo ‘Liesi’.
Un vestido de crep de seda natural con escotes muy abiertos y tirante fino. De corte sencillo, limpio, sin adornos y con una falda abierta y abotonada que sorprende, ya que rompe con la pureza del vestido y le da movimiento. Una falda divertida, donde contrastan los bonitos botones en oro viejo y perfecta para bailar hasta la madrugada. Un vestido que, combinado con la chaqueta, le da este punto de calidez y elegancia atemporal. Todo un clásico con un punto diferente, tal y como era ella, Liesi, la prima de mi abuela. Una mujer sencilla, espontánea y divertida.
En la sesión de fotos para el catálogo completamos el look con una coleta baja trenzada muy especial y un tocado tipo diadema de flores y piedras naturales en tonos verdes a juego con los pendientes. Un vestido de novia perfecto para cualquier tipo de ceremonia, religiosa, civil, en un hotel, al aire libre… ¡Tú eliges! 😉