Hace unos días, empezaba esta serie de post, hablando de manera muy sencilla y resumida sobre los tejidos más comunes en los vestidos de novia, o los que yo utilizo, con imágenes y ejemplos.
En el primer post de esta serie te hablaba de las gasas o muselinas (puedes recordarlo aquí) y hoy te voy a hablar sobre otro de los tejidos estrella para novias: el tul.
¿Qué es el tul?
Es un tejido ligero con estructura abierta en forma de red, que suele almidonarse. Debido a la finura del hilo su tacto es más suave que el de otros tejidos de malla y puede estar compuesto por fibras naturales como la seda, fibras artificiales como el rayón o fibras sintéticas como el nylon.
Los hay de diferentes tipos, rígido, ilusión, sedoso… Sobre el tul rígido no te voy a hablar en esta ocasión ya que es un tejido que aunque lo emplean, yo no lo utilizo en mis diseños porque me resulta demasiado “armado” y no tiene ni la caída ni el tacto que a mí me gusta para mis vestidos.
Comenzaré hablando del tul ilusión.
Al igual que el anterior, no es un tejido que yo trabaje en el atelier como tal (solo cuando va bordado), pero sí que es cierto que en alguna ocasión alguna novia me lo ha pedido, por eso quería que estuviera en este resumen. Este tul es semi rígido pero suave al tacto. Se emplea sobre todo para dar volumen a las faldas, o para velos huecos. Su composición es 100% sintético. Y como te contaba antes, este tipo de tejido es muy habitual como base de algunos tules bordados. Te muestro algunos diseños que lo incluyen.
Otro de los tules que más utilizamos y que más os gusta es el tul sedoso.
Aunque su composición es sintética, este tipo de tul es vaporoso, ligero, tiene caída y es muy suave al tacto. En el atelier lo empleamos para faldas vaporosas, cuerpos drapeados, plisados, mangas o velos con caída.
Dentro de este grupo, podríamos añadir dos tules muy especiales y diferentes como serian el plisado y el enrejado.
Siguiendo la línea de vaporosidad, estaría el tul de seda.
Este es superfino, ligero y suave. Lo utilizamos para faldas, vestidos, drapeados, plisados, mangas, velos… Su composición es de seda natural, a veces 100% y otras veces mezclado con otras fibras naturales como por ejemplo el bambú, que le da un aspecto más esponjoso y resistente.
Y por último el tul de algodón.
Este tul es muy similar al anterior pero tiene un poco más de “cuerpo”. En el atelier lo utilizamos tanto en liso como bordado. Si el tul ilusión bordado da una sensación de vestidos de cuento y fantasía, el de algodón por su caída, ya sea con dibujos florales, geométricos o plumeti, es perfecto para los diseños más boho.
Y a ti, ¿Qué te parece este tejido? ¿También es de tus favoritos?