Un vestido de novia único con detalles en malva
Kike y Clara se conocieron en la agencia de publicidad online 3lemon de Zaragoza. Él era diseñador y ella trabajaba en cuentas. Día a día se fueron acercando cada vez más.
Primero buenos colegas de trabajo, después se convirtieron en amigos y de ahí nació su relación. Clara cuenta que a lo largo de su historia han vivido el cosquilleo en el estómago, también discusiones absurdas, las confesiones más íntimas y seis años de convivencia en Madrid, que les ha llevado a ser inseparables.
Fruto de su relación de amistad y amor decidieron dar este paso con ilusión y ganas de disfrutar como enanos, rodeados de quienes les quieren de verdad.
Llegó el día y, con los nervios a flor de piel, Clara ya estaba a primera hora de la mañana en manos del estilista Antonio Ysun, que se encargó del maquillaje y el peinado. Salió del centro y se marchó a casa. Su vestido colgaba de la lámpara del despacho de su padre.
Un modelo único, creado exclusivamente para ella y confeccionado crep de seda natural con el talle ligeramente bajo, del que destacan el fajín plisado a juego y unos preciosos detalles de pedrería malva en las mangas y espalda.
Blanco, impoluto y con varios detalles en tonos malvas que resaltaban y hacían juego con su precioso ramo de Flores Marbid de orquídeas lílas y rosas rosas, que acababa de llegar. Los zapatos de Salo Madrid fueron prestados, cumpliendo con la tradición.
No se podía creer que todo fuese tan perfecto. Mucho mejor de lo que nunca imaginó. Mientras, su madre y su hermana compartían con ella ese momento que tanto me gusta, ese instante de complicidad en el que están con la novia y la ayudan a vestirse, cuidando todos los detalles, antes de dar el ‘Sí, quiero’.
El novio, muy elegante, vestido de Mansolutely. Ambos querían sentirse ellos mismos, sin disfraces, y lo lograron.
Clara entró a la iglesia de la Mantería de Zaragoza, el pasado 2 de septiembre, del brazo de su padre mientras su hermana Elena cantaba de fondo en un momento lleno de emoción, nervios y risas. La misa oficiada por Fernando fue directa, sencilla y muy suya. Elena Nuño y Cuarteto Mudejar hicieron un acompañamiento de la voz de Elena espectacular. Y sus amigas Marivi y Paula estuvieron al pie del cañón para que la banda sonora fuera perfecta: El Hobbit, A thousand years, Stars wars, Hallelujah de Cohen y El Amor… Mucho amor.
Después de la ceremonia realizaron las fotografías en Zaragoza acompañados de un flamante Torino GT de Torino Weddings y, más tarde, los novios se incorporaron al maravilloso cóctel y posterior banquete en el restaurante Gayarre.
Cortaron la deliciosa tarta con los muñecos de La Sirenita y Darth Vader en medio de muchas sorpresas y lágrimas de emoción.
Y llegó el baile. Fueron Más allá del amor con Unchaind Melody y bailaron bachata con Romeo Santos, coronando con la madrina y el padrino y el What a wonderful world. Hubo bengalas por todas partes, barra libre y un Candy bar espectacular elaborado por María, una amiga de su madre, que se encargó de la decoración, e hicieron que la tarde se convirtiera en noche sin darse cuenta. Fotomatón Zaragoza ayudó con sus disfraces a que todos los invitados estuvieran en su salsa y, por su parte, el DJ tampoco se quedó atrás. 
Una fiesta del amor que duró hasta altas horas de la madrugada… Estas imágenes de Vanesa Pinac dan buena cuenta de ello. ¡Enhorabuena Clara y Kike!
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