Guillermo e Irene se conocieron gracias a unos amigos en común, una noche de diciembre de 2019 en una terraza del casco de Zaragoza.
Desde el primer momento sintieron que conectaron y podía salir algo bonito de esa relación. Tres meses después, llegó la pandemia y con ella el confinamiento y en ese momento tuvieron que decidir si esas semanas de incertidumbre la pasaban juntos o por separado.
Apostaron por la primera opción, algo que hizo que su relación se acelerara y pareciera que llevaran media vida juntos.
Cuando pudieron retomar la vida normal, retomaron todos los planes que tenían en mente: viajar, disfrutar de hacer cosas fuera de casa, hacer escapadas los fines de semana y en esos planes incluyeron el formar una familia juntos. Nico nació en febrero de 2022, dos días después de que Guillermo le pidiera matrimonio a Irene, el mismo día de su cumpleaños.
Contrataron a Isabel, de Albada Eventos, porque entre el trabajo y la llegada de Nico no les daba la vida para organizar la boda, necesitaban ayuda.
Lo primero que le dijeron, es que querían una boda en el Pirineo, ya que a los dos les encanta la naturaleza y han pasado mucho tiempo disfrutando de los Pirineos, y de los sitios que les propuso, se enamoraron de Ligüerre de Cinca por la posibilidad de disfrutar de un fin de semana entero con su gente.
En cuanto a la búsqueda de vestidos, Irene fue primero a alguna tienda de novias para probarse algún diseño y hacerse una idea de los diferentes estilos. «Pero a la hora de elegir quien quería que me diseñara el vestido perfecto lo tuve clarísimo«. Recuerda Irene que «llevaba mucho tiempo siguiendo el trabajo de Martha por Instagram y tenía claro que ella sabría perfectamente cómo hacer realidad la idea que tenía en mente. Y así fue. El proceso de creación del vestido fue de lo que más disfruté de entre todos los preparativos de la boda«.
Se trababa de un vestido con el cuerpo entallado y falda muy vaporosa de tul.
El cuerpo quería que tuviera algo de textura, así que, para ello, fui uniendo varias puntillas que creaban un diseño un poco geométrico y adaptándolas sobre ella misma para que encajaran perfectamente, tanto a su cuerpo como a los escotes.
Como Irene no quería llevar velo, incluimos desde los hombros unas caídas desmontables de tul que alargaban la cola y como detalle, unos botones forrados en tono azul claro, a juego de los preciosos zapatos que había elegido de la firma Balambae y el ramo.
Oliver y Goretti fueron los encargados del maquillaje y del peinado, una preciosa trenza que combinó con una de nuestras coronas de flor preservada. Tanto las alianzas como los pendientes eran de la firma Barney Barnato.
La boda la celebraron el pasado 24 de junio, pero el mismo viernes subieron a Ligüerre con casi todos los invitados para hacer barbacoa y empezar con la fiesta.
El sábado amanecieron pronto y como la boda se iba a celebrar por la tarde, parte de los invitados aprovecharon para hacer una ruta con bici de montaña y otros se quedaron en Ligüerre, alquilaron unos kayaks y disfrutaron en el embalse de Grado con baño incluido.
Comieron en el pueblo y después comenzaron con los preparativos.
Los maestros de ceremonia fueron Javi (el hermano de Irene) y Hugo (el hermano de Guillermo) y sorprendieron tanto a los invitados como a los propios novios con una ceremonia única, original y muy personal, en la que hubo hueco tanto para las risas como para las lágrimas de emoción, y en la que participaron también amigos cercanos y familia.
Al acabar la ceremonia, y una vez que todos los invitados se fueron al cóctel, la pareja leyó sus votos. Querían que fuese un momento íntimo solo para ellos dos y «resultó precioso«, recuerda Irene.
Después disfrutaron del cóctel y más tarde de la cena, en un banquete estilo toscano con una decoración espectacular, obra de Albada Eventos. De ahí pasaron al baile y la fiesta en la que bailaron hasta la última canción.
Fotografía: Robert Marcillas
Lugar: Ligüerre de Cinca
Wedding Planner: Albada Eventos
Maquillaje y peluquería: Oliver y Goretti
Zapatos novia: Balambae
Joyas: Barney Barnato
Vestido: Martha Peters