Irene y Jorge se conocieron en la academia donde estudiaban las oposiciones para policía nacional. Unas semanas después coincidieron en una cena y desde aquel día no se volvieron a separar. El día que cumplían seis años de noviazgo Jorge le pidió matrimonio en una playa de Tailandia por la noche… ¡Qué romántico!
Diez meses después de comprometerse Irene y Jorge se dieron el ‘Sí, quiero’ el pasado mes de septiembre, en la iglesia de San Cayetano.
Irene asegura que fue un día maravilloso aunque reconoce que tuvo cierto sabor agridulce porque unos meses antes se marchó una de las personas más importantes de su vida, su tía. Diez años antes le había ganado la batalla a un cáncer de mama, pero en esta ocasión no pudo ser e Irene quiso homenajearla con el detalle de un lazo rosa a su vestido de novia. Además, durante la boda realizaron una suelta de globos también en su honor.
Antes de que su tía falleciera, dejó el encargo a su marido de que cuando Irene se casara el vestido de novia se lo regalaría ella. Y así fue. Estaba espectacular con un diseño en crepé y tul plumeti en el cuerpo y las mangas y tul sedoso en la falda, muy vaporosa. Las mangas eran francesas y terminaban con una puntilla bordada a juego con la que llevaba en el escote cuadrado de la espalda. Además, incluimos la misma puntilla a modo de volante en el hombro y sobre su fajín de color rosa, donde se apreciaba el dibujo y la textura de maravilla. Irene fue una de esas novias que tenia clarísimo como quería que fuera su vestido desde el primer momento que llegó al atelier. Como anécdota os contare que en una de sus pruebas vino con su abuela y mientras le mostraba la parte delantera del vestido, la mujer comentaba que la veía muy guapa “tan tapada” y, claro, el resto comenzamos a reírnos por dentro mientras pensábamos… “¡que no se dé la vuelta!”. Fue un momento muy divertido ^^.
Para completar su estilismo, escogió un precioso ramo en tonos rosas y verdes elaborado por la Florería. Estilistas Serrano se encargaron de realizar un precioso recogido bajo trenzado y adornado con flores que le daba un toque muy romántico y que combinaba a la perfección con unos pendientes de Marina García. Irene quería ir muy cómoda, por eso, a la hora de elegir calzado se decantó por unas zapatillas de esparto de la firma Bambaladas.
La Hacienda de las Flores fue el lugar elegido para la celebración e Irene y Jorge cuentan que fue un día precioso, alegre y grabado a fuego en el corazón. Tanto que (bromea) “ojalá pudiéramos casarnos una vez al año, aunque siempre llevaría el mismo vestido”. ¡Gracias Irene! Gracias por tus palabras y por confiar en mí para un día tan especial. Os dejo las preciosas imágenes de Carlos Canales (WeddinFocus) y, por cierto, el video de la boda fue realizado por Super8films. Enhorabuena pareja, ¡estabais radiantes!