Lucía y Jairo se conocieron con 18 años, cuando empezaron a estudiar la carrera de Biología Sanitaria en Alcalá y comenzaron a salir un año después.
Su boda se celebró el 24 de junio del 2023, en la iglesia de San Miguel de Zaragoza, un lugar muy especial para ellos ya que tanto los padres como los abuelos de Lucía se habían casado en la misma iglesia.
Para los preparativos, alquilaron un apartamento en la calle Alfonso, donde la novia se vistió acompañada por su madre y Andrea, su mejor amiga. Cuando ya estaba lista, acudieron el resto de las amigas (a las que les dio un detalle) y también su padre y su hermano.
Lucía tenía las ideas bastante claras, cuando vino a nuestro atelier, de como quería que fuese su vestido de novia, tipo de escote, drapeado delantero… Aunque como suele pasar siempre, hay detalles que evolucionan o van cogiendo forma prueba tras prueba.
Finalmente, el diseño resultó un vestido recto de crep con mangas vaporosas de gasa de seda bambula, una falda desmontable de gasa a juego con cola y un chaleco en el mismo tejido muy drapeado cruzado por delante con un fajín. Un diseño sencillo y elegante que evolucionaria según el momento de la boda creando looks diferentes.
Lucía recuerda con mucho cariño las pruebas (que conste que nosotros también porque nos lo pasamos genial, ¡lo que nos pudimos reír!) “Creo que no podría haber elegido un Atelier mejor que este porque me sentí escuchada en todo momento, acompañada en cada idea loca que pidiera parecer y no puedo estar más contenta con el resultado” Recordaba Lucía.
Elisabeth Casablanca fue la encargada del maquillaje y el peinado, una coleta baja con un lazo de gasa largo (a modo de velo) que preparamos en el atelier.
Como complementos eligió unos pendientes de M de Paulet y unos anillos familiares que fueron regalo de una de sus abuelas. Su algo prestado fueron los pendientes pequeños que le prestaron sus amigas. Además, también llevo su precioso anillo de pedida que tenía una esmeralda pequeñita y la alianza.
Los zapatos, un diseño sin mucho tacón, eran de la marca Aldo, regalo de su otra abuela, y en el banquete, se cambió a unas alpargatas planas comodísimas de Monpiel.
El ramo, sencillo y un poco silvestre, así como toda la decoración floral fue obra de La Popie Decor.
Por su parte, Jairo se vistió también en un apartamento junto con sus padres y hermanas, ya que son todos de Madrid. Para la ocasión eligió un traje de Budiman y llevaba los mismos gemelos que llevo su padre el día de su boda.
Después de la ceremonia, la pareja y sus invitados acudieron al palacio Larrinaga, un lugar especial con una bonita historia, perfecto para una boda pequeña como la suya.
Para la decoración del Palacio, la pareja buscaba inspiración mediterránea donde el olivo y los limones tuvieran mucho protagonismo. La razón era porque la primera vez que empezaron a vivir juntos fue en Salerno, en la Costiera Amalfitana, durante su año de Erasmus, por lo que se convirtió en un lugar muy especial.
Tanto que unos años después, en 2022, viajaron allí de nuevo y en Positano fue donde se prometieron.
Por eso, diseñaron unos meseros con lugares especiales para ellos de la Costiera. La mesa de sus amigos de Erasmus era la mesa Salerno y la acuarela que lo representaba, estaba basada en la foto que se hacía desde la ventana del apartamento que alquilaron el año que estuvieron allí, donde se tenía una vista preciosa con el mar de fondo. Las acuarelas fueron hora de Venaya Moments.
Para los invitados, eligieron un regalo solidario de UNICEF, unas vacunas como guiño a su profesión. Además de ello, la pareja escribió para cada uno de sus familiares y amigos, una dedicatoria personalizada que a todo el mundo le encanto y emocionó.
Como anécdota, la novia recuerda, que ese día estaba tan nerviosa que no podía ni cenar el menú que habían elegido, así que el equipo del Cachirulo, acabo preparándole una tortilla francesa y una manzanilla para que cenara algo, detalle que agradeció muchísimo.
El maravilloso reportaje es de Música para Camaleones.
Fotografía: Música para Camaleones
Finca: Palacio Larrinaga
Catering: El Cachirulo
Maquillaje y Peluquería: Elisabeth Casablanca
Pendientes: M de Paulet
Zapatos: Aldo
Alpargatas: Monpiel
Ramo y decoración: La Popie Decor
Acuarelas: Venaya Moments
Traje del novio: Budiman
Vestido de novia: Martha Peters