Marta y Víctor se dieron el ‘Sí, quiero’ el pasado mes de septiembre en la preciosa finca Soto de Bruil (Zaragoza) en una ceremonia al aire libre. La novia llegó al enlace con su padre en un Cadillac descapotable de 1965. ¡Hizo una entrada triunfal! Y estaba espectacular con su diseño creado a medida.
Para su vestido, partimos del cuerpo de nuestro vestido `Corinne´, pero lo personalizamos a su gusto aprovechando las transparencias del bordado en los hombros y espalda, y alargándolo un poco en el talle sobre una falda de tul sedoso con caída y sin cola, ya que Marta quería ir lo más cómoda posible. Uno de los detalles que más llamó la atención de vestido eran los volantes de tul de los hombros que le daban un toque muy romántico a su look. Por su parte, Víctor iba muy elegante con un traje de Ramón Sanjurjo y unos gemelos de Ramalama.
Además, del vestido, también elaboramos un precioso tocado de flores naturales preservadas, que llevó con un semi recogido trenzado con ondas, y los prendidos en flor natural con los colores a juego de sus zapatos de novia de Just – Ene. Marta completó su estilismo con unos preciosos pendientes de cuarzo rosa de Barney Barnato.
Su ramo de novia era súper original. Marta escogió una corona de flores elaborada por Nacho Bergara en tonos verdes y rosas que no dejaba indiferente. Un opción muy cómoda y muy estilosa.
Para el banquete se trasladaron a un salón interior de la finca donde degustaron un catering de Maher y más tarde acabarían la celebración bailando hasta el amanecer. Víctor y Marta aseguran que tenían muy claro que no se dejarían influir por los cánones y tradiciones que rodean al sector nupcial. Ellos querían una boda muy suya, con su propio sello y personalidad. Y sin duda las bonitas imágenes de Chusico muestran que tanto ellos como sus invitados se lo pasaron en grande. Enhorabuena, pareja, ¡que seáis muy felices! Y Marta muchas gracias por confiar en mí para formar parte de un día tan importante, ¡estabas preciosa! 😉