Y sin darnos cuenta ya estamos en marzo. Los días comienzan a alargar, los árboles y plantas empiezan a brotar y pronto llegará la primavera. Por eso hoy me apetece contarte la historia de este vestido de novia con mangas abullonadas, un diseño de novia sencillo pero con un tejido especial, perfecto para las bodas de los próximos meses.
<<Si se volviera a casar mi hermana, le haría un vestido con este tejido>> Este pensamiento fue lo primero que se cruzó en mi mente cuando vi la tela.
Un precioso algodón bordado con flores, tan dulce y romántico. Y es que aunque mi hermana se casó hace ya unos años (publiqué un post sobre su boda, puedes recordarlo aquí) siempre que veo algún tejido con flores me recuerda a ella. No lo puedo evitar.
En esta ocasión, quería hacer algo diferente, quería crear un vestido muy sencillo con algún detalle especial, donde se incluyera el tejido pero sin llegar a ser demasiado hippy o infantil.
Quería que fuera elegante y femenino pero con ese punto romántico que tanto me gusta.
Finalmente lo combiné con un crep de seda natural con mucha caída, aprovechando las ondas de terminación a modo de escote translúcido.
Me apetecía incluir en la colección algún diseño de novia con mangas abullonadas, tan de tendencia hoy en día, y en este vestido eran la opción perfecta ya que la textura del algodón bordado era ideal para crear el volumen que buscaba.
Como el escote delantero era tan cerrado, decidí abrir la espalda con un espectacular escote cuadrado rematado con puntillas de hilo a juego con las de las mangas.
Intento que mis vestidos sean muy cómodos, para que las novias puedan disfrutar de su día al máximo, por eso me encantan los vestidos y las colas desmontables.
En esta ocasión quise incluir también ese detalle con la cola, aunque sinceramente, es tan bonito el tejido y tan ligero, que si yo fuera la novia no lo quitaría, jajaja.
Para las imágenes de la colección, como la espalda era abierta y con tanto detalle de puntillas, combinamos el vestido con una coleta baja decorada con pequeñas trenzas y un maquillaje muy natural.
Elegimos unos pendientes sencillos con brillantes en forma de lágrima, a juego con el anillo. No queríamos que fueran excesivamente largos porque con el escote a caja habría quedado el look muy recargado.
Siguiendo la línea dulce y femenina del vestido de novia, elegimos unos zapatos en tono maquillaje y completamos el look con un romántico y silvestre ramo en tonos verdes, amarillos y blancos repleto, como el tejido “nos pedía” de pequeñas margaritas.