-Historia de un vestido-
Cada vez son más las parejas que deciden casarse en invierno, ya sea porque les encanta esta época del año o por disponibilidad de fechas, así que en cuanto vi el terciopelo de seda, tan delicado y amoroso, tuve claro que tenía que incluirlo en alguno de mis vestidos de la nueva colección de inspiración ´Desde mi Buhardilla´.
Me gusta experimentar y jugar con tejidos nuevos para los vestidos de novia.
El crep y el tul están genial y me encantan, pero hay muchas más opciones interesantes con las que trabajar, y en las colecciones de inspiración intento probar siempre cosas nuevas ^^.
Recuerdo hace unos años que hice para una novia un vestido en tweed y quedó espectacular, diferente pero muy elegante. Así que este año pensé, ¿por qué no hacer un vestido de novia en terciopelo?
Personalmente, el terciopelo como tejido me encanta, cuando selecciono los tejidos para mis diseños, además de fijarme en la caída, los dibujos… me guio mucho por el tacto, si un tejido es precioso pero en la mano no me resulta agradable no lo elijo, ¡y el terciopelo es tan suave!
Podría haber creado cualquier prenda o detalle con él, pero hacer un vestido de tirantes para el verano no me pareció muy realista, así que me decanté por un vestido completo con manga larga, perfecto para una boda en invierno.
Un vestido de novia en apariencia sencillo, pero con un gran trabajo detrás, y no solo en la espalda.
Este diseño de cuello alto tiene una de las espaldas más complicadas que hemos hecho en el atelier durante todos estos años.
La idea inicial era aplicar algunos bordados sobre los hombros y el centro de la espalda pero después de haberlos cosido, no me decían nada, así que lo descosimos y volvimos a empezar. Después de varias pruebas y combinaciones, me decanté por este diseño geométrico que incluye detalles de tul plumeti bordado en transparencia, puntillas finitas de hilo y aplicaciones bordadas a mano, además de su abotonadura central.
Las mangas ablusonadas tienen también el mismo bordado en la parte inferior y se ajustan a la muñeca con un puño en el mismo tejido.
Como el vestido de por si tiene un estilo bastante vintage y sobrio, quisimos darle un punto diferente completando el look con una coleta baja decorada con finitas trenzas que la envuelven.
El tono del terciopelo es casi champán, así que me gustó la idea de continuar con la gama cromática de tonos cálidos y tierra, y combinamos el vestido con unos pendientes de cuarzo fumé y plata rosa que colgaban ligeramente, anillo en forma de lágrima y zapatos de ante en tono marrón con hebilla cuajada de pequeños brillantes.
Completamos el look con un espectacular ramo, bastante desestructurado como a mí me gustan, en tonos verdes, cremas y melocotón.
Maquillaje y peluquería: Eva Pellejero
Joyería: Barney Barnato
Zapatos: Franjul
Ramo: La Lola se va de Boda
Localización: Finca Torre del Pino