Mi desfile en Aragón Fashion Week

Mi experiencia en la primera AFW

¡Hola a todos!
Hace días que quería contaros mi experiencia en la primera edición de la Aragón Fashion Week, celebrada el pasado 1 de junio en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza, pero entre los pedidos de mis novias y la nueva colección no he podido hacerlo hasta ahora. Ha sido un orgullo presentar un avance de mi nueva colección en este escaparate que busca potenciar el sector de la moda y los creadores de la comunidad aragonesa, aunque todavía no quiero desvelaros muchos detalles sobre los diseños porque la presentación será en septiembre y ya sabéis que me encantan las sorpresas. 😉

Sabía desde abril que participaría, y aunque mi Atelier echaba humo por todo el trabajo, os confieso que no fui plenamente consciente del desfile hasta el mismo miércoles previo cuando vino la primera modelo para hacer el fitting. Un evento de estas características parece que sólo son los cinco minutos de pasarela que ve todo el mundo, pero la realidad es que tiene un enorme trabajo detrás, tanto de diseño y costura durante los meses previos, así como la elaboración del estilismo final, las pruebas con las modelos, el maquillaje, la peluquería, los ensayos, etc.

A lo largo de mi carrera he participado en muchos desfiles, algunos propios, otros organizados y, aunque cada uno es diferente, los nervios y la ilusión no cambian. Cuando llega el momento de la verdad siempre es como la primera vez, con esos nervios en el estómago que no te dejan relajarte ni un segundo y esa tensión que se mantiene al doscientos por cien. En esta ocasión desfilaba en última posición, y como en otras tantas ocasiones, no había pausa entre desfile y desfile, lo que se traduce en la pregunta de siempre ¿dará tiempo de vestir a todas las modelos?

Pero empiezo por el principio. El día del desfile había transcurrido con aparente calma, probamos a primera hora los diseños que faltaban, hicimos arreglos y limamos detalles.

A eso de las 16.30h mi padre me llama para decirme que viene de camino con el coche para cargar todos los portatrajes y en ese momento te das cuenta de que queda alguna puntada que dar, repasos con la plancha, meter los vestidos en sus fundas… ¡y arreglarnos nosotras! Me decido por un vestido y coleta alta, sin tiempo para más, y rezando para que no se noten mucho las ojeras acumuladas en estos días.

Finalmente, y sin saber muy bien como, llegamos al museo a la hora prevista, subimos los portatrajes con los vestidos, los colgamos en los burros que nos han asignado, probamos a las modelos un par de prendas que faltaban y de nuevo, repaso de plancha.

Las modelos ya están todas casi listas, llevan una coleta baja y el maquillaje bastante marcado. Como es un desfile conjunto y compartimos modelos con más marcas, es el estilismo que se ha decidido en común.

El desfile comienza con moda de mujer más casual, mientras yo estoy pendiente de cuando vendrán mis modelos para empezar a vestirlas. Continúa con moda de caballero, niños… Y en ese momento empiezo a ver que alguna de mis modelos ya ha terminado su pase y vienen corriendo hacia nuestra zona de vestir.
Enaguas, vestido, revisar si se ve algún sujetador, zapatos, colocar los preciosos tocados que había realizado mi compañera Sandra para la ocasión… Es fácil cuando vistes a una novia sola durante las pruebas en tu entorno y sin prisas, quizás hasta se tarda menos, pero os puedo asegurar que en el caos de un desfile con tanta gente, cada una buscando su vestido… Solo se ven manos y telas volando, y los minutos parece que pasan más rápido de lo normal.

De repente escucho mi nombre, veo que proyectan en las pantallas un video con mis anteriores colecciones y pienso: “¿Dónde está la primera modelo?” “¿Ya está lista?” Y me lanzo corriendo a la salida para dar el visto bueno y los últimos retoques a mis chicas, colocar las colas y…

Empiezan a sonar los primeros acordes de The Rip de Portishead, mientras aguanto la respiración y la primera modelo empieza a desfilar mientras reviso a la siguiente, que segundos después ya esta fuera. Y así hasta 12. Los 12 vestidos que presenté como avance de la colección Novia 2019 en esta primera edición de la Aragón Fashion Week. Y yo, parada en la salida, entre nerviosa y embobada las voy viendo salir y las veo desfilar a través de la pantalla que hay dentro.

Y es entonces cuando los nervios se transformaron en emoción y me invade una cierta calma que se ve afectada tras ver desfilar a la última chica porque eso significaba que me tocaba salir a saludar, ¡lo cual me da pánico! Menos mal que Gabriela, la modelo, me dio la mano mientras yo pensaba “Martha respira, sólo es un minuto”.

Y después de todo esto pensaréis “¡Qué locura!” y “Qué bien se ven los desfiles sentados desde fuera” ¿verdad? Pero, aunque suene contradictorio os diré, que una vez que vives un desfile desde dentro, ya no quieres estar al otro lado 😉

¡Por cierto! las fotos tan bonitas son de Lorenzo Izquierdo (http://lorenzoizquierdofoto.es/) y Fernando Sanchez (http://www.conmisojos.com) (podéis seguirlos en Instagram y ver su fantástico trabajo en @izquierdo.lorenzo (https://www.instagram.com/izquierdo.lorenzo/) y @conmisojos (https://www.instagram.com/conmisojos/)) ¡Mil gracias por acompañarnos en ese día y vivir nuestra locura!

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