La boda de Raquel y Juan Luis en el Pilar
La novia del vestido vintage
Raquel y Juan Luis se dieron el ‘Sí, quiero’ el pasado 23 de septiembre en la preciosa Basílica del Pilar. Seis meses antes Raquel apareció por nuestro Atelier y desde el principio fue una novia con las ideas muy claras. Ella buscaba un diseño de encaje con cierto aire vintage, en tono crudo, con escote cerrado, manga larga y abotonadura en la espalda. Así que en cuanto vio el modelo ‘Claire’ de mi colección Novia 2017 se enamoró, pero eso sí, lo personalizamos completamente a su gusto.
En cuanto al maquillaje buscó un efecto contraste y donde los labios en tono burdeos a juego con la manicura tuvieran su importancia. La estilista Eva Pellejero la dejó guapísima y radiante. Como algo prestado, Raquel lució unos bonitos pendientes en tonos granates de su hermana.
Estos zapatos de la firma Gloria Ortiz en color nude, y con pinta de ser comodísimos, le dieron el toque final a su look de novia.
Para completar el look realizamos un tocado de flores naturales que elaboramos para la ocasión y un velo, por eso optó por un sencillo recogido bajo con el que poder lucir ambas piezas.
En cuanto al ramo, escogió esta preciosa combinación de flores silvestres y tonos burdeos elaborado por Maria Aliaga, que aportó color y romanticismo.
Además del vestido de Raquel, también confeccionamos el de su madre, quien no quería un diseño convencional, así que elaboramos un diseño en gasa de seda estampada y de corte tipo kimono con el que estaba más que guapa y muy moderna. También, hicimos un cinturón con flores naturales para la hermana de Raquel, que iba a juego con su tocado, y unos prendidos para los más peques de la boda.
Los novios, junto con Maria y Concha, hermana y madre del cuñado de Raquel, se encargaron personalmente de preparar los detalles y la decoración de la fiesta celebrada en La Casa de las Hiedras (Zaragoza), una finca espectacular por su mezcla de construcciones art decó y preciosa vegetación extendida a lo largo de todo el terreno, que crea un espacio de ensueño.
Pusieron el aperitivo en los jardines de la finca, donde los invitados encontraron un montaje lleno de pajaritas de papel en recuerdo de la abuela de Juan Luis, y un árbol con fotos de la boda de ambos padres y abuelos. Después pasaron a uno de los salones para el banquete para finalizar, más tarde, la fiesta en el invernadero acristalado.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del ramo de Raquel, que dividió en dos partes para darle la mitad a su hermana y la otra mitad a su cuñada.
En una de las últimas pruebas del vestido de novia, y pensando en el baile, decidimos que las mangas fueran desmontables para que pudiera estar más cómoda durante la fiesta. Podéis ver como quedaba el vestido en las siguientes fotos 😉
Radulescu Fotografía fue el encargado de inmortalizar esta boda llena de imágenes preciosas para el recuerdo. Juzgad vosotros mism@s. Gracias Raquel por confiar en mí para tu gran día, ¡estabas espectacular! Enhorabuena pareja.
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