La boda de Cristina y Alberto

La boda de las mil anécdotas

Cristina y Alberto se conocieron el 21 de octubre de 2004 en el cumpleaños de unos amigos en común. Aquella era la primera vez que Cristina salía con ellos y recuerda que no tenía muchas ganas de ir porque apenas los conocía y prefería quedar con sus amigas. Por su parte, aquel día Alberto estaba enfermo y tampoco tenía intención de salir, pero el destino, caprichoso, quiso que Cupido se cruzara en sus caminos para unirles hasta el día de hoy. El 3 de septiembre de 2016 se dieron el ‘Sí, quiero’ en la capilla del Cardenal Xavierre, el colegio donde estudió Cristina.

Los días anteriores a la boda fueron bastante ajetreados porque el novio tuvo un pequeño accidente con la moto, no le ocurrió nada, ¡pero menudo susto! Por si fuera poco el fin de semana anterior Cristina se torció el tobillo en una excursión por la montaña, pero su ‘superfisioterapeuta’ Paula logró rehabilitar su tobillo a tiempo para la boda. Además, un mes antes de la boda se quedaron sin restaurante, aunque, tras el disgusto se dieron cuenta de que todo pasa por algo y tuvieron la suerte de encontrar una preciosa finca en la que celebrar una boda de ensueño: la Ínsula Barataria en Alcalá de Ebro.

El vestido que escogió para su gran día fue el modelo ‘Anna’ de la colección 2016. Un diseño en crepé de seda natural con detalles de pedrería y gasa de seda en los hombros y en la cola que, por cierto, era desmontable. Cristina añadió un fajín estrecho de gasa de seda drapeada. A modo de complementos escogió zapatos de Ray Musgo y tocado de Tocados Lorbichi.

El maquillaje y peluquería corrió a cargo de Antonio Ysum.

¡Ah! además de la novia, también tuve el placer de vestir a su madre.

El novio estaba guapísimo con un traje de ICON (León XIII, 5).

Cristina recuerda que aquel día hizo mucho calor y que tras la ceremonia sus amigas del alma, que previamente la habían ayudado a vestirse en casa, tuvieron que correr detrás del autobús porque no se dieron cuenta de que salía hacia la finca, pero… ¡lograron alcanzarlo!

Ya en la finca celebraron un cóctel en los espectaculares jardines para pasar después a la cena en el salón. Durante el banquete repartieron regalos a los futuros papás, también a los siguientes novios y a sus abuelos. El ramo, elaborado por José Luis de La Florería, fue a parar a las manos de la prima de la novia.

Os dejo más imágenes de su gran día inmortalizado por Chusico Espeleta.
Cristina estabas preciosa, ¡enhorabuena pareja! 😉

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