Chiara
Historia de un vestido
“El vestido del pantalón”, así es como lo llaman muchas clientas cuando vienen al Atelier pero si os cuento la verdad… Bueno, esperad, mejor arranco por el principio. Cuando diseñé este vestido de novia, y digo “vestido” porque cuando empecé a crearlo no tenía nombre, lo único que tenía claro era que quería hacer un corsé con un degradado bordado muy largo. Nunca había hecho nada parecido. Había puesto aplicaciones en la terminación de muchos corsés y también había hecho degradados de flores en vestidos, pero nunca lo había hecho de manera conjunta y la verdad es que para mí era todo un reto.
Tenía la idea y tenía el tejido perfecto: un tul bordado en degradado con flores y ramas de estilo orgánico, como todos los tejidos de la colección Novia 2019. El problema era que, si colocaba las ramas sobre la terminación del corsé, estas se quedaban sueltas, como si estuvieran flotando sobre la falda. Además, tampoco podía hacer un degradado como el que imaginaba porque todas caerían verticales y sin cuerpo. Así que la solución fue incorporar una capa de tul con el vuelo que yo quería para la falda, unirlo al final del corsé y, sobre éste, bordar todas las aplicaciones. Hacer el tul sin cola para que luego la novia se pudiera quitar la falda de abajo, cambiándola por una sin cola y así seguir llevando todo “lo bonito” sin arrastrar me pareció una idea genial. Hasta ahí todo perfecto.
Cosí el corsé con el tul y el degradado, cosí la falda inferior… y cuando estaba todo colgado en el burro, unos días antes de que vinieran a probar las modelos para el desfile de la pasarela Aragon Fashion Week, me di cuenta de que no me convencía una falda larga para la parte de abajo. Me resultaba demasiado clásico o típico y yo buscaba algo diferente para la colección. Dos días antes de las pruebas le propuse a Carmen, mi modista, crear un pantalón para el conjunto y a partir de ese momento sí, conseguí ese toque diferente que yo buscaba. Sexy, femenino y desenfadado.
Para las fotos de la colección decidimos complementar el look con un tocado de flor preservada a modo de diadema, recoger el cabello en una blubble braid y unos pendientes largos que hacían también el efecto de degradado.
“Chiara” fue el nombre que más me encajó para este diseño. Cada año, según la inspiración de la colección, me hago una lista con bastantes nombres y después según me sugieren los vestidos los voy asignando. Algunos tienen un por qué, otros, sencillamente porque me parecen bien. En este caso el nombre me recordaba a la influencer Chiara Ferragni y, automáticamente, después de ver todos los vestidos, fue el diseño con el que más me la imaginaba. Y vosotras, ¿también la veis con este modelo?
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